Las tortugas marinas, además de ser animales muy carismáticos, son muy útiles como especie paraguas para la conservación de los mares, porque despiertan simpatía y ayudan a cultivar la conciencia ambiental. Estas tortugas, que pueden llegar a medir 120 centímetros de largo y pesar unos 160 kilos, se utilizan además como bioindicadores, midiendo el impacto que la basura marina crea en ellas: se enganchan en plásticos o redes a la deriva, muchas de ellas se dañan las aletas y a veces hay que amputar.